Tener un bebé supone renunciar a muchas cosas entre ellas acudir a las salas cinematográficas para poder disfrutar del Séptimo Arte; por regla general la edad idónea para que los niños empiecen a tomar contacto con el mundo cinematográfico es la de los 3 años cuando su desarrollo psicológico les permite comenzar a tener un mejor conocimiento y comprensión de los elementos que conforman lo audiovisual. Sin embargo, durante ese periodo de tiempo muchos padres dejan de visitar las salas cinematográficas por no encontrar espacios habilitados para disfrutar del cine junto a sus bebés. Hoy eso ya no es ningún impedimento, más allá de puras películas infantiles, el Proyecto Cinéfilos del Concello de Ourense pretende habilitar salas donde los adultos puedan acudir al cine acompañados de sus bebés sin tener que preocuparse de que estos niños tan pequeños puedan molestar a los demás con sus llantos, balbuceos e inquietudes propias de un bebé.La iniciativa no es nueva ya que en Barcelona y en algunos países latinoamericanos ya se ha experimentado. Ahora lo que nos gustaría averiguar es si entre tanto vaivén de niño uno es capaz de seguir en condiciones el argumento de la película.
Fuente: La voz de Galicia.es
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