Cada vez son más los niños que poseen un teléfono móvil con acceso a Internet y los medios tecnológicos para su protección se hacen insuficientes; estos son algunos de los datos destacados en el estudio "M-menor: la protección del menor de edad ante los servicios de la sociedad de la información por telefonía móvil" desarrollado por la Universidad Politécnica de Valencia. Los riesgos aumentan y los problemas tanto éticos como legales abordan a las empresas pese a no ofrecer directamente sus servicios a los niños.Una Sociedad de la Información en auge y crecimiento constante, padres desinformados sobre el uso de las Nuevas Tecnologías, empresas a las que se les presupone el deber de protección del menor, asociaciones que intentan proteger los derechos de la infancia, Instituciones que demandan más autorregulación, etc., y un cúmulo de factores que, a día de hoy, no nos llevan a ninguna parte pese a ser mayor el número de investigaciones que inciden en la influencia y prejuicios del uso del teléfono móvil por parte de los pequeños. Ahora cabe preguntarse: ¿es la autorregulación la mejor forma para atajar el problema?...si atendemos al funcionamiento de la autorregulación televisiva, pionera en estos aspectos, diríamos que NO...entonces, ¿para qué unas normas que nadie cumple y nadie hace cumplir?.
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