lunes, 20 de abril de 2009

El falso mito de la pasividad en el telespectador infantil

Desde la introducción de contenidos infantiles en la televisión, ésta ha sido objeto de múltiples estudios sobre los efectos que puede llegar a causar en los niños. En la mayoría de las ocasiones, los distintos medios de comunicación muestran los aspectos más oscuros y perjudiciales que encierra el consumo televisivo y que hacen saltar la alarma en la sociedad. Pero no todo es tan malo como lo pitan; el visionado de los contenidos puede convertirse para el niño en algo activo para su aprendizaje. Marks Greendfield, en los años 80, ya hacía alusión a la capacidad de activación que tienen los formatos reiterativos en televisión para instar al menor a la participación y a la creación de los significados por sí mismos. De este modo, formatos como La casa de Mickey Mouse o el mítico Barrio Sésamo son ejemplos idóneos del "desafío mental interactivo" que presenta la televisión de nuestros días, ya que suponen para el niño una forma idónea de aprender y reconocer realidades cotidianas. Con este tipo de iniciativas el pequeño da respuesta, incluso de forma verbal, a los estímulos que le plantea la televisión, sino hagan la prueba: siéntense junto a su pequeño a visionar capitulos como el que le presentamos y descubrirán algunos beneficios de la televisión.

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