Basta con salir a la calle con los ojos y los oídos bien atentos, para darse cuenta de lo decadente que se está volviendo nuestra lengua. Les proponemos un ejercicio muy simple de observación: vean y escuchen, simplemente paseando o sentados en un parque. Se sorprenderán de las expresiones que pueden llegar a escuchar. Podríamos decir que el idioma cambia con las modas y los medios de comunicación tienen mucho que ver en este asunto. La televisión como buena Reina pretende dominar a sus súbditos -y vaya si lo consigue-, ha sido capaz a lo largo de los años de moldear hasta el habla. Lenguaje soez cargado de palabras malsonantes, burlas y discriminación son algunas de las "joyas" que nos han dejado algunas series de ficción ahora recogidas en el libro: ¡Pechos fuera! de Pepe Colubi. Series de gran éxito para un público adulto que han marcado época, que han dejado frases para la posteridad y lo peor es que algunas las podemos escuchar en boca de los más pequeños. ¿Cómo es posible si son series para adultos?.Nos jactamos hablando del peligro que pueden entrañar algunas imágenes para el desarrollo de la infancia, de los contenidos y del incumplimiento de las franjas horarias, pero en ocasiones el lenguaje utilizado tanto en las series de ficción como en los distintos programas puede convertirse en un "arma de destrucción masiva", si tenemos en cuenta que los menores son como esponjas que absorben todas aquellas muletillas y palabrotas que los medios de comunicación ponen a su alcance.
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