"Los niños del éxodo", del fotógrafo Sebastiao Salgado, han marcado un antes y un después en la fotografía socio-documental; sus rostros de niños hablan por sí solos, nos cuentan una realidad infantil de miseria y necesidad pero fundamentada en la dignidad humana. A través de sus fotografías en blanco y negro, que constituyen una estética global, podemos observar una lucha constante por la igualdad y la necesidad de cambiar el mundo con los niños. Ante todo, un trabajo de compromiso social y en palabras de Salgado: "dedicado a todos los niños que al ver estas fotografías se paran a pensar en las vidas que hay detrás de los rostros...".
"...niños de orígenes muy distintos, cuyas vidas están destrozadas. Pero a pesar de todo siguen siendo niños, ríen y lloran con la misma facilidad, y pasan de la alegría a la tristeza con la misma rapidez. En un minuto se abren y al siguiente se cierran, herméticos. Su profundo misterio nos empuja a conocerlos mejor. Cuándo miran a la cámara ¿qué buscan?, ¿esperanza o compasión?, o ¿es lo que nosotros creemos que se merecen?". (Sebastiao Salgado)
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